Por Stanley Gómez.
Este Puente está en la vieja autopista “Donner”. Tiene una vista espectacular del lago y del camino.

Era un sábado por la tarde cuando un oso estaba caminando por la orilla del Puente, dos carros que también pasaban lo espantaron cayéndose por un costado, pero alcanzó a sostenerse del arco del mismo.

No podía ni salirse ni saltar.

Las autoridades pensaron que ya nada se podía hacer porque ya era tarde, entonces cuando regresaron encontraron al oso durmiendo muy tranquilo donde estaba atrapado.

Después de asegurar una red debajo del Puente, le aplicaron un tranquilizante. El oso cayó en la red, lo bajaron, se despertó y caminó.

Hay una moraleja en esta historia:
Puede ser que este oso haya hecho un movimiento equivocado y encontrarse colgando de sus uñas. De alguna manera se las arregló para ponerse en el arco del puente, donde se dió cuenta que estaba en una mala, pero muy mala e imposible situación.
¿Qué fué lo que hizo?... Descansó.

Y la situación se le compuso sola mientras el dormía.
Entonces:
¡Relajémonos! Tomemos un descanso y dejemos que Dios haga el trabajo! No sabemos qué sintió el oso, pero su instinto fue relajarse y esperar. Muchas veces debemos tranquilizarnos y tener FE que alguien más poderoso que nosotros, va a hacer algo.
La Palabra de Dios dice en Mateo 11:28-29: "Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma."
También dice en 1 Pedro 5:6-7: "Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros."
Que Dios le bendiga.
(Compartido a mi correo electrónico.)
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